Gracias a
nuestra nueva constitución de 1999, necesitamos construir la conciencia de un
nuevo servidor público, donde la ética y la moral sea fundamental, es bien
cierto que ambos es la misma figura en lo físico, es el mismo trabajador pero
con un espíritu renovado basado en él trabajo para el pueblo como eje
fundamental, con un sentido de
responsabilidad social de gran envergadura.
De
acuerda a nuestras leyes en la LOTTT tenemos que las expresiones funcionario
público, empleado público y servidor público tendrán un mismo y único
significado.
Es
por ello que debemos acotar y conocer que es un servidor público, es
toda persona física contratada o designada mediante elección o nombramiento
para desempeñar actividades atribuidas al Estado a sus órganos gubernamentales
o a los de la Administración Pública, es por ello que todo servidor público
debe estar comprometido con sus funciones para realizar un buen
desenvolvimiento en sus tareas diarias.
No
solo implica cumplir con lo encomendado, sino dar más allá de nuestras
funciones, servir con gran estimulo al necesitado, si estamos trabajando en una
Institución Gubernamental debemos sentirnos identificados con la misma, conocer
cual es nuestra objetivo como órgano y llevar en alto el nombre del mismo.
Ser
un servidor público, no solamente es atender a una persona cuando venga a
nosotros, es atenderla con calidad, respeto, interesarnos por sus problemas y
dar soluciones rápidas a lo planteado.
Así
las cosas, y sin importar la forma o manera en que se encuentre vinculado ese
servidor público, deben asistirlo compromisos mayores consigo mismo, la
comunidad, la institución a la que presta sus servicios y por ende con el
estado, lo que importa y le impone por encima de cualquier circunstancia,
lealtad, entrega, vocación, sacrifico, capacidad, disciplina, honorabilidad,
voluntad y honradez, entre otras muchas consideraciones y convicciones, mismas
que debe ofrecer en beneficio que no en detrimento de las instituciones, la
ciudadanía y el estado, reflejando en ello la esencia fundamental de lo que es
y debe ser el Estado, cuya configuración jurídico - política se halla inspirada
en el propósito cierto y eficaz de brindar a la actividad estatal el más amplio
de los despliegues posibles dentro del ámbito de las realidades sociales, con
el fin que ella, la actividad estatal, pueda hacer cabal y efectiva la igualdad
entre los gobernados, en la procura incesante de lograr con ello la síntesis
entre la democracia y los fines sociales de toda estructura institucionalizada
de poder.
No podemos dejar de lado y mucho menos olvidar bajo premisa alguna, que como servidores públicos nos debemos a la comunidad, por ello debemos dejar un lado la negligencia y deshonestidad por parte de nosotros los servidores del estado; servidores públicos que debemos buscar soluciones verdaderas de los problemas que afectan directa o indirectamente a la sociedad en su conjunto.
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